Las cualidades únicas del cuero, resistencia, flexibilidad y transpirabilidad, entre otras; hacen que este material tenga múltiples usos y sea capaz de admitir infinidad de tratamientos, lo que lo hace aún más versátil. En el artículo de hoy, vamos a hablar de los usos profesionales del cuero y de los tratamientos que a los que se puede someter este material para conseguir que sea ignífugo, hidrófugo, antibacterias y antiolores.
El cuero es un material natural que, por su composición, es inflamable. Sin embargo, existen tratamientos ignífugos que pueden aplicarse al cuero para reducir su riesgo de combustión y que lo hacen ideal para usos donde el riesgo de incendio es elevado, como en la industria aeronáutica, la industria automotriz o la industria textil.
Los tratamientos ignífugos para cuero se dividen en dos categorías principales:
La elección del tratamiento ignífugo adecuado para el cuero dependerá de varios factores, como el tipo de cuero, el uso previsto y las normas de seguridad aplicables.
En general, los tratamientos físicos son más fáciles de aplicar y requieren menos mantenimiento que los tratamientos químicos. Sin embargo, los tratamientos químicos suelen ofrecer una mayor protección contra el fuego.
Aunque el cuero es un material natural que es naturalmente resistente al agua, no es impermeable. Los tratamientos hidrófugos pueden aplicarse al cuero para aumentar su resistencia al agua, lo que ayuda a protegerlo del desgaste y la decoloración.
Los tratamientos hidrófugos para cuero se dividen en dos categorías principales:
Los tratamientos antibacterianos y antiolores se pueden aplicar al cuero para ayudar a prevenir el crecimiento de bacterias y la acumulación de malos olores.
Los tratamientos antibacterianos y antiolores más eficaces para el cuero son los químicos, que suelen contener sustancias como el triclosán, el cloruro de benzalconio o el ácido salicílico. Estas sustancias matan las bacterias y evitan que se reproduzcan.
Además, existen opciones naturales capaces de mantener las bacterias a raya.
Estos tratamientos son ideales para prendas como botas o zapatos de trabajo, en los que es más probable que se acumulen las bacterias y el mal olor.
Las propiedades del cuero unidas a la gran cantidad de tratamientos que se pueden aplicar hacen que sea muy utilizado para fabricar prendas para usos especiales, como trajes militares, de policía o de alta montaña.
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